Es sólo un niño, dirán algunos.
¿Qué mal puede hacer un niño?, dirán otros.
Y, sin embargo, se acerca.
Sus pasos se escuchan sobre la madera de la escalera.
Y pequeñas gotas de un líquido demasiado oscuro como para ser lluvia caen detrás.
Algo esconde a sus espaldas.
¿Lo ves?
Yo que vos, correría.
Estoy casi seguro que lo que Ciro Todorov quiere regalarte no es un ramo de rosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario